Post-it: Un buen día lo tiene cualquiera

octubre 7, 2013 de Trini Amorós Deja un comentario

Un buen día lo tiene cualquiera. Esta es la campaña que empezaron en marzo SomosThePosit. Ellos y ellas definen en Facebook su causa de la siguiente manera: “El ser humano es negativo por naturaleza, tú no. Únete a la guerrilla armada de vibraciones positivas contra la decepción y los comisarios del miedo. Nuestros cócteles incendiarios: 5cm cuadrados de papel amarillo. Infinitas razones para luchar.”

Este pequeño papel amarillo, fácil de poner y quitar, con la frase impresa: Un buen día lo tiene cualquiera, llegó a mis manos por primera vez en Hogueras, para quienes no son de Alicante a finales de junio; me lo dio mi prima Emi, que vive en Madrid. Se lo pusimos a un ninot y le hicimos una foto.

Esta acción simple, que incluso para muchas de ustedes puede parecer un tanto “ñoña”, ridícula, incluso absurda en los tiempos que corren (pueden pensarlo, yo les confieso que pensé todo eso cuando me lo contaron) no lo es tanto, en mi opinión.

O quizá lo sea tanto como los Y si… que escribo. La cuestión es que ya son demasiados los años en que los periódicos, los telediarios y las noticias radiadas solo nos hablan de paro, crisis, corrupción, desahucios, suicidios, inmigrantes que se juegan la vida por llegar a nuestras costas o a cualquier otra costa europea en busca de un sueño; lo que nadie les cuenta es que Europa, incluso para las europeas y los europeos, se convirtió en una pesadilla. No, no estoy diciendo que miren para otro lado, porque si lo hacemos viviremos ajenos a nuestra realidad y eso solo puede desembocar en locura.

Lo único que pretenden (si es que pretenden algo) con la frase: Un buen día lo tiene cualquiera, es no olvidar. No olvidar que las cosas sencillas: tomar una caña con una amiga, leer un libro, decir buenos días y que nos los den al llegar al trabajo, tratar con amabilidad y respeto a las personas con las que nos relacionamos, puede que nos proporcionen los buenos momentos que nos hagan soportar la realidad que nos envuelve.

Así que, señoras, no lo olviden: Un buen día lo tiene cualquiera.